jueves, 8 de diciembre de 2011

Nicaragua I: Indio-Maiz

Nicaragua empezó siendo circunstancial, casi un efecto colateral, como acuñó en su día el ínclito G.W.Bush para acomodar su conciencia, "I presume..." Si el país de los "ticos" (forma coloquial de referirse a los Costarricenses) fue un destino esencialmente naturalista, la patria de los "nicos" (obvio explicaciones) se convirtió para nosotros en una expedición más etnográfica y un ejercicio de sociología amateur: las condiciones de vida en las áreas que visitamos, la manifiesta presencia del sandinismo en el país, con acalorados debates entre sus gentes ó los sueños e ilusiones de los nicos con los que compartimos una cerveza o simplemente una charla bajo el volcán Masaya, cargado de simbolismo y doloroso recuerdo para muchos nicaraguenses...

La circunstancia que propició completar nuestra visita a Costa Rica con Nicaragua partió de aspectos pecuniarios. Las reservas de vuelos a S.José eran bastante más caras que el vuelo a Managua y de allí coger un tica-bus (el autobús de los Costarricenses) a S.José era mucho más económico... Si me preguntáis por Managua, su capital, no os puedo dejar más que una foto, que para mi lo dice todo. Pasé por allí, pero no sé nada de ella.

Salimos de madrugada dirección San José, volveríamos a Nicaragua vía Los Chiles/San Carlos del Sur en una panca, ¿a Managua? sólo para coger el avión de vuelta a Madrid.

Eficientes y ligeras "pancas" son la mejor, sino la única, opción para moverse
por una zona tan lacustre como
el complejo río Frío y río San Juan (el Amazonas de Centroamérica) y aledaños.

La elegante y cosmopolita Garceta Grande (Ardea alba)
nos daba la bienvenida a San Carlos del Sur.

Cormoranes Neotropicales ó Bigüás (Phalacrocorax brasilianus)
descansan sobre los grandes árboles que jalonan el río San Juan.
Humildes viviendas tipo palafito a la entrada de la pequeña población de El Castillo,
acceso más sencillo para visitar el río Bártola (límite occidental de la reserva Indio Maiz)
.


Tras degustar una deliciosa langosta en salsa de coco acompañada con un "Flor de caña" (ron del país), fue fácil organizar la visita al entorno del río Bártola, sólo tienes que preguntar y es fácil que esté disponible el guía para organizarte el acceso y guiarte por los senderos de la reserva. Este bosque es objeto de un programa de ecodesarrollo local que ha habilitado senderos y dado formación a personal de la zona para dinamizar la pobre economía local. El agradable recorrido por este bosque secundario (bosque intervenido) nos permitió observar a placer una de las especies de pícidos más potentes de América, el Picamaderos Picoplata (Campephilus guatemalensis), las laboriosas (por su curioso nido en colonia) Oropéndolas de Moctezuma (Psarocolius montezuma) así como el mas común pero no menos singular Cuco Ardilla (Piaya cayana). La estructura del bosque denota su pasado como plantación y aunque los hay, es raro encontrarse con las moles que pudimos ver en Corcovado, sí se observaban escaleras de monos, bromelias, heliconias ó cedros de varias especies. A pesar de ello, pudimos observar en la reserva las cuatro especies de monos del país: Mono Araña (Ateles geoffroyi), Mono Ardilla (Saimiri oerstedii), Mono Cariblanco (Cebus capucinus) y Mono Congo (Alouatta palliata).

Buscando sin éxito Nutrias Neotropicales (Lontra longicaudis)
en el río Bártola. Reserva Indio-Maiz.

Lo más destacable de la reserva fueron sin duda las ranitas, dos especies pudimos observar: La Blue jeans (Oophaga pumilio) que antes compartía genero con la más común Dendrobates auratus.

Ranita punta de flecha "Blue Jeans" (Oophaga pumilio).
Reserva Indio-Maiz.

Dendrobates auratus. Reserva Indio-Maiz.

Mariposa búho (Caligo illioneus oberon). Impresionante lepidóptero de casi 8 cm.
de envergadura y aficionado a las frutas en descomposición.
Reserva Indio-Maiz.

Abandonamos el "sendero blanco" de regreso a El Castillo contentos de haber visitado la reserva, habiendo sido espectadores del proceso de regeneración de un bosque tropical.


La fortaleza que da nombre a la localidad (en la loma despejada de la izquierda en la foto) se debe a la época colonial española (1675), cuando el imperio trataba de defender sus posesiones de ultramar de la creciente actividad pirata de ingleses y holandeses en la zona. El almirante Nelson pasó por aquí en 1780. Recordemos que, antes de la construcción del canal de Panamá, la mejor ruta entre el Atlántico y el Pacífico era a través del río San Juan/Lago Nicaragua.
Como se observa en la imagen, las aguas en este tramo del río San Juan corren aquí bravas y se requiere de pericia y conocimiento de sus remolinos para atravesarlas con éxito.

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